Las habitaciones de las chicas

Al oír la última palabra que pronunció mi amiga, no pude evitar una sonrisa de niña pequeña.
-¿Un regalo? ¿Que regalo?-pregunté acercándome a ella y su caja, olvidándome completamente de sus pintas y de las ganas de reirme que tenía.
-Hola,Diane-dije con una pequeña sonrisa al verla desempanarse,pero sin olvidarme de Brenn.

Hago un mohín ante la contesta a la pregunta de Di,pero miro su caja y reí ante lo que dice.
-Pero ¿Qué es? ¿ Es un chico?-comenté con una ceja enarcada,aunque dudaba bastante que alguien se metiera ahi dentro y para colmo se puediera mover.
Reí ante mi ocurriencia y en mi se notaba las ansias de abrir esa caja.

Abro la caja y tomo de el un un conejito negro. Lo cojí con cuidado y lo miré con una sonrisa.
-Que monada,Brenn ¡muchas gracias!-dije entusiasmada por el regalito-Mira Di, es un conejito *__*
Le acaricie y me acerqué a la puerta del baño aun con la mascota entre las manos.
-Yo también tengo un regalito para ti

Por un momento centro mi atención en la chica rubia y me despedi de ella. Abro la puerta y del lugar sale un mono con andares saltarines. Parecía ansioso por salir de alí.
- Me lo he encontré un árbol,solito. Asi que me lo traje y pensé que te gustaría tenerlo. Es un mono capuchino.

Rio ante lo que hace.
-Creo que nunca me habían besado tanto.-dije divertida aunque con cierta dificaltad-¡Somos unos cielos! >.<
Me senté en una de las camas y vi que había un chico acostado en una de ellas. Por un momento pensé que nos habiamos equivocado de habitación pero no...El conejo se zafó de mi abrazo y fue a parar a la cara del rubio,olisqueandole curioso.
-Habrá que pensar nombres ¿No?-pregunté mirándo a Brenna.

Miré como el conejo estaba tan tranquilo conociendo al supuesto Lucas. El chico aún seguía durmiendo a pesar del pequeño grito de la chica.
-¡Tu mono!-dije también alzando la voz al ver que corría tras mi conejo.
Pensé varios nombres,sin que niguno que me llegará a encajar.
-Deja a Mafioso-Solté casi sin pensarlo. Su pelaje negro me hacía visualizar todo tipo de adjetivos. Algo misterioso,peligro. AlguiEn mafioso. Aunque claro,solo por el pelaje. El animal era una auténtica monada.

Me despierto,y miro soñolienta el lugar. Giro mi cabeza y me fijo que el conejo - ya bautizado como Mafioso- Se comía su propio festín de frutas que caían sobre el alfeizar de la ventana. Lo tomé con cuidado,no quería quedarme sin mascota al día siguiente de tenerlo.
Vi que Breen y su mono estaban dormidos. Llegué hasta ella otra vez y le di en la mejilla cada vez más fuerte para que se despertara. Coloqué a Mafioso en su cara para que este le despertara con cariñosos lenguetazos.
- ¡Brenny!

Tomé a Mafioso entre mis brazos,sintiéndome satisfecha tras despertar a mi amiga. Este parecía satisfecho por haberla despertado también.
- Sii,¿Te gusta?-pregunté ante su comentario-Creo que me lo he inventado. Suena a..abuelita orgullosa- dije divertida.
Me acerqué a ella como si fuera a pellizcarle sus mejillas.
- Brenny, mi pequeña Brenny.

Oí lo que dijo y chasqueé la lengua. Ese chico me habia robabo mi reciente diminutivo supuestamente inventado para Brenna.
Solté a Mafioso para que se hiciera con algún calcetín y me senté a lado de la chica.
-Por supuesto que soy tu pequeña Tamy-dije divertida. Me retiré mi pelo revuelto tras la oreja y miré al mono.-¿Cómo le has llamado al fin?.
Anoche me había quedado dormida y no había oído el nombre.

Me coloco el pelo sin rechistar demasiado y me paro en seco al oír el nombre de la mascota de Brenna. No puedo evitar soltar una carcajada sonora.
- ¡Que nombre tan original! Tenemos al Mafioso y al Gigolo- dije señalando a los dos animales respectivamente, sin dejar de reír.