Cafetería (Layla Komatsu)

-Es lo que somos
Sonrío.

No intervengo en la conversación de ellos dos y veo a Lyon-. oh, has vuelto -digo con una sonrisa dándole un beso en la mejilla.

-Venga no pasa nada...
Dije cuando me abraza.
-Si no te lo dije te lo digo ahora, corté por no hacerte daño.

Sonrío y cuando noto su beso me da un escalofrío- creo que voy a tener que irme antes de que acabemos igual... -digo con una sonrisa mordiéndome el labio inferior. Le beso durante bastante tiempo y me separo- te quiero -susurro en su oido. Me acerco a Dim- no te ralles Loki -la doy un beso en la mejilla- adios Shey -vuelvo a mirar a Lyon y le guiño un ojo. Salgo de allí haciéndome una coleta, acalorada.

-Te he dicho que no tienes que disculparte conmigo, Dim, deberías habérmelo dicho.
-Pero no es nada,tu vives tu vida con Adam y yo la mía sin nadie.

-Mi vida es triste de por sí, y no creo que encuentre a nadie, te tuve a ti y te perdí, después de eso no creo que pueda hacer nada.

-¿Mi personalidad inocente e ingenua, mis celos?, no quiero volver a pasar por eso Dim.
-No quiero volver a enamorarme.

-No creoq ue pueda serlo.

-No se puede hacer nada Dim, yo soy así

Entró con Jade y se dirigió a una mesa que se situaba cerca de un ventanal. Corrió la cortina, dejando entrar una luz tenue y apasible. Arrastró la silla educado, para que se sentara la chica y le preguntó por lo que tomaría.

Sonrío cuando veo que me ayuda a sentarme y me siento juntándome a la mesa- Una cocacola -digo con una sonrisa. Me fijo en el gesto que hace, abriendo la ventana. Me quedo mirando el cielo con una sonrisa mientras un tenue rayo solar se cuela por la ventana.

Fué en busca de las bebidas y volvió a los pocos minutos. Después de servirle se sentó. No hacía ni frío ni calor, pero se quitó su abrigo. Desabrochó uno a uno sus botones y lo colgó en la silla sin que quedara un pliege en él. -¿Y de qué entretenido tema me vas a hablar? -Dijo después de darle un pequeño trago a su bebida.

Observo cada uno de sus movimientos.- pues esque mi vida no es muy entretenida... -digo pensativa- pero si quieres que te hable de política, racismo, el aborto,... -enumero los típicos temas para debatir- O mejor, del tiempo, es un tema muy recurrido -bromeo con una sonrisa.

Ningún tema de los que nombró le resultó muy apetecible. Miró por la ventana. -En este internado no suele pasar nunca nada interesante, ¿Verdad?

Le miro y niego con la cabeza- una vez cada mucho... -doy un gran sorbo a mi bebida- Tú no tienes ningún tema del que hablar?